Los instrumentos al ser acariciados por la mano del hombre emiten sonidos que producen distintas emociones tanto en el intérprete como en el escucha.
El sentir interno que se manifiesta al escuchar en forma pasiva o ejecutar de manera guiada algún instrumento a fin de percibir o emitir la vibración de un tambor, el suave sonido de una flauta, la dulzura de un piano o la armoniosa mezcla de cuerdas de una guitarra, es diferente en cada persona.
“Para mí la música es el producto más curioso y versátil del ser humano, así como el mejor alimento para el alma”, asegura Aury Tovar, psicóloga y musicoterapeuta.
Ella es pionera en Venezuela en esta disciplina que conjuga los conocimientos de la conducta y las emociones con la magia de la música y, gracias a los estudios que ha promovido tanto en la Universidad de Carabobo como en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, ha logrado la formación de 60 profesionales en el área.
“Toda persona sin importar su edad, sexo o condición de salud puede beneficiarse de la musicoterapia”, asegura Aury Tovar sobre este tema que ha cautivado a músicos, catedráticos y profesionales a nivel mundial.
Actualmente son muchos los estudios de laboratorio que avalan su poder como herramienta para la salud hasta el punto que, en la Universidad de Temple, Philadelphia, se imparte ya un doctorado en musicoterapia.
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia es una disciplina muy antigua que consiste en el uso de la música y los elementos que la componen, para acompañar procesos terapéuticos en los que se induce, evoca o estimulan estados y conductas diversas.
¿Cómo se trabaja en una sesión de musicoterapia?
Antes de iniciarse la sesión de musicoterapia, se debe verificar qué es lo que se va a trabajar, fijando objetivos a largo, mediano y corto plazo, con tareas específicas a seguir.
La duración, frecuencia y características de cada encuentro van a depender de qué es lo que se está trabajando y con quién.
La consulta musicoterapéutica debe realizarse en un espacio en el cual, de manera anticipada, se planifique qué sonidos, instrumentos y actividades se van a realizar.
Es posible trabajar en formato individual o grupal, esto último es muy efectivo en el caso de personas con problemas como: adicciones, autoestima o comunicación.
¿Qué beneficios aporta al sistema inmunológico?
El sentir interno que se manifiesta al escuchar en forma pasiva o ejecutar de manera guiada algún instrumento a fin de percibir o emitir la vibración de un tambor, el suave sonido de una flauta, la dulzura de un piano o la armoniosa mezcla de cuerdas de una guitarra, es diferente en cada persona.
“Para mí la música es el producto más curioso y versátil del ser humano, así como el mejor alimento para el alma”, asegura Aury Tovar, psicóloga y musicoterapeuta.
Ella es pionera en Venezuela en esta disciplina que conjuga los conocimientos de la conducta y las emociones con la magia de la música y, gracias a los estudios que ha promovido tanto en la Universidad de Carabobo como en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, ha logrado la formación de 60 profesionales en el área.
“Toda persona sin importar su edad, sexo o condición de salud puede beneficiarse de la musicoterapia”, asegura Aury Tovar sobre este tema que ha cautivado a músicos, catedráticos y profesionales a nivel mundial.
Actualmente son muchos los estudios de laboratorio que avalan su poder como herramienta para la salud hasta el punto que, en la Universidad de Temple, Philadelphia, se imparte ya un doctorado en musicoterapia.
¿Qué es la musicoterapia?
La musicoterapia es una disciplina muy antigua que consiste en el uso de la música y los elementos que la componen, para acompañar procesos terapéuticos en los que se induce, evoca o estimulan estados y conductas diversas.
¿Cómo se trabaja en una sesión de musicoterapia?
Antes de iniciarse la sesión de musicoterapia, se debe verificar qué es lo que se va a trabajar, fijando objetivos a largo, mediano y corto plazo, con tareas específicas a seguir.
La duración, frecuencia y características de cada encuentro van a depender de qué es lo que se está trabajando y con quién.
La consulta musicoterapéutica debe realizarse en un espacio en el cual, de manera anticipada, se planifique qué sonidos, instrumentos y actividades se van a realizar.
Es posible trabajar en formato individual o grupal, esto último es muy efectivo en el caso de personas con problemas como: adicciones, autoestima o comunicación.
¿Qué beneficios aporta al sistema inmunológico?
Está más que comprobado que el sistema inmunológico es susceptible y que va de la mano de los cambios emocionales del ser humano.
La música por sí misma no cura, ahora bien, sí incide o es capaz de inducir estados diversos en un individuo.
La música por sí misma no cura, ahora bien, sí incide o es capaz de inducir estados diversos en un individuo.
Al utilizarse cierta música o sonidos en forma sistemática, acompañada de otras estrategias tales como la visualización guiada y la relajación, resulta un poderoso medio para potenciar cambios en el sistema inmunológico.
Cómo ha sido la receptividad de las personas ante esta herramienta terapéutica?
La musicoterapia está en constante tela de juicio, especialmente en Venezuela, dada la falta de conocimiento y la gran cantidad de personas que, de manera empírica e inescrupulosa, hacen uso de ella sin haber realizado estudios formales.
Sin embargo, una vez que se aplica de forma seria, no cabe duda de que puede ser de gran utilidad como herramienta de apoyo en el área de la educación y la salud.
Qué beneficios aporta para el paciente?
La música cuando es usada como herramienta terapéutica de la mano de un profesional aporta los siguientes beneficios:
* Aspectos fisiológicos: propicia el aumento o disminución de la respiración y presión arterial, genera una mayor o menor activación de las ondas cerebrales, produce un aumento o disminución de la actividad muscular, genera variaciones en el trazado eléctrico del organismo y causa cambios en el sistema inmunológico.
* Aspectos socio – emocionales: coadyuva a comunicar y expresar estados de ánimo, modifica estados de ánimo, ayuda a despertar, identificar, evocar y provocar emociones o sentimientos.
* Aspectos cognitivos: estimula la imaginación y la creatividad, ayuda en la evocación de imágenes y recuerdos, coadyuva a recordar información, estimula el apresto y la capacidad de atención, beneficia a la memoria, mejora el sentido de orientación y potencia el estado de alerta.
* Aspectos socio-emocionales: favorece la interacción social, facilita la cohesión social, invita al diálogo y a la comunicación, contribuye al desarrollo de destrezas sociales y mejora la capacidad de expresión.
* Aspectos conductuales y motores: coadyuva a la creación, aumento, fortalecimiento, disminución y extinción de conductas y favorece el fortalecimiento, disminución y precisión de movimientos.
* Aspectos relacionados con el lenguaje: afina la discriminación y audición de sonidos, mejora la expresión del lenguaje y ayuda en la creación y repetición de frases y oraciones.
* Aspecto espiritual: ofrece una vivencia de paz, serenidad, armonía, sabiduría, crea una atmósfera de meditación, invita a la reflexión, la espiritualidad y propicia sentimientos de plenitud y bienestar.
¿Qué se necesita para ser musicoterapeuta?
El perfil del musicoterapeuta requiere, en principio, del dominio de las dos disciplinas que la conforman.
Esto es: debe conocer de música, interpretar la mayor cantidad de instrumentos posibles, al menos para acompañar melodías sencillas.
Adicionalmente debe conocer las herramientas de intervención terapéutica más comunes en la psicología.
Por último, dominar los modelos, técnicas y procedimientos más relevantes utilizados para la aplicación de la musicoterapia.
Cómo ha sido la receptividad de las personas ante esta herramienta terapéutica?
La musicoterapia está en constante tela de juicio, especialmente en Venezuela, dada la falta de conocimiento y la gran cantidad de personas que, de manera empírica e inescrupulosa, hacen uso de ella sin haber realizado estudios formales.
Sin embargo, una vez que se aplica de forma seria, no cabe duda de que puede ser de gran utilidad como herramienta de apoyo en el área de la educación y la salud.
Qué beneficios aporta para el paciente?
La música cuando es usada como herramienta terapéutica de la mano de un profesional aporta los siguientes beneficios:
* Aspectos fisiológicos: propicia el aumento o disminución de la respiración y presión arterial, genera una mayor o menor activación de las ondas cerebrales, produce un aumento o disminución de la actividad muscular, genera variaciones en el trazado eléctrico del organismo y causa cambios en el sistema inmunológico.
* Aspectos socio – emocionales: coadyuva a comunicar y expresar estados de ánimo, modifica estados de ánimo, ayuda a despertar, identificar, evocar y provocar emociones o sentimientos.
* Aspectos cognitivos: estimula la imaginación y la creatividad, ayuda en la evocación de imágenes y recuerdos, coadyuva a recordar información, estimula el apresto y la capacidad de atención, beneficia a la memoria, mejora el sentido de orientación y potencia el estado de alerta.
* Aspectos socio-emocionales: favorece la interacción social, facilita la cohesión social, invita al diálogo y a la comunicación, contribuye al desarrollo de destrezas sociales y mejora la capacidad de expresión.
* Aspectos conductuales y motores: coadyuva a la creación, aumento, fortalecimiento, disminución y extinción de conductas y favorece el fortalecimiento, disminución y precisión de movimientos.
* Aspectos relacionados con el lenguaje: afina la discriminación y audición de sonidos, mejora la expresión del lenguaje y ayuda en la creación y repetición de frases y oraciones.
* Aspecto espiritual: ofrece una vivencia de paz, serenidad, armonía, sabiduría, crea una atmósfera de meditación, invita a la reflexión, la espiritualidad y propicia sentimientos de plenitud y bienestar.
¿Qué se necesita para ser musicoterapeuta?
El perfil del musicoterapeuta requiere, en principio, del dominio de las dos disciplinas que la conforman.
Esto es: debe conocer de música, interpretar la mayor cantidad de instrumentos posibles, al menos para acompañar melodías sencillas.
Adicionalmente debe conocer las herramientas de intervención terapéutica más comunes en la psicología.
Por último, dominar los modelos, técnicas y procedimientos más relevantes utilizados para la aplicación de la musicoterapia.
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