Björk y la musicofilia al poder

El lanzamiento de su aplicación para iPad obliga a repensar el modo de producir y consumir la música.

Para ver y tocar, Björk ya lanzó la aplicación de Biofilia, su nuevo disco que saldrá en septiembre.

Sinestesia, neurología, constelaciones...

Decir que la música se ve, ya no alcanza. 

Desde que las notas tienen representación gráfica (resumamos: el pentagrama) y mucho más aun desde que las presentaciones en vivo se han transformado en acontecimientos culturales basados en performances multimedia (resumamos más aún y pongámonos al día: el360° Tour de U2), "ver música" es algo habitual.

Ahora bien: ya no solo se escucha y se ve. Como han soñado las vanguardias, las canciones se pueden, efectivamente, tocar y más concretamente pulsar, golpear y convertirse en obras abiertas que mutan con la manipulación del oyente e incluso se actualizan cuando el autor lo dispone.

Para quienes sostenían (¡sosteníamos!) que el álbum -entendido como obra conceptual que significaba algo más que acumular canciones "singles"- tenía los días contados en estos tiempos de descargas digitales (a 1 dólar por tema) y consumo en teléfonos móviles, el reciente lanzamiento de Biofilia de la inquieta artista islandesa Björk impone repensar el asunto.

A tal punto que el disco físico no existe aun (recién tiene fecha de lanzamiento para el 23 de septiembre), pero sí la aplicación ( app ) que lo precede tanto como lo excede.

En la "intro" de esta aplicación (disponible esta semana para la tableta iPad) se encuentra la explicación del plan conceptual y estético de esta obra de Björk, con el relato y la voz del actor y director de cine británico Richard Attenborough ( Gandhi ). 

En un tono didáctico y fundacional -piensen en la épica del célebre comienzo de La guerra de las galaxias o en la narración de Carl Sagan en los documentales televisivos Cosmos, nos ofrece frases como ésta: 

"Podemos usar la tecnología para hacer visible parte de la naturaleza que se nos mantiene oculta. Naturaleza, música, tecnología. En Biofilia podes escuchar, aprender, crear.

El cosmos al alcance de tus pulgares, galaxias que se pueden tocar, constelaciones en las que entrar. De lo universal a lo microscópico." Y, antes que eso, una advertencia nos da otra pista: "Se recomienda escuchar con auriculares".

Aún así, no sorprende. Björk es una artista para la que la visualización de los sonidos es tan relevante como su autoconciencia (no más que decir que su álbum debut, de 1993, se llama...Debut ).

No sabemos si asistimos a un quiebre tan profundo como el que pudo representar el primer videoclip o si nos asomamos a un dispositivo con fecha de vencimiento, como fue el CD-Rom, pero la aventura de entrar en una obra que debe tanto a los desarrollos de videojuegos como al escritor y neurólogo Oliver Sacks (autor de Musicofilia ) y el químico Theodore Gray (autor del libro The Elements ) se vuelve un experimento en sí, fascinante.

Las constelaciones, la configuración del ADN y colores que representan instrumentos en forma de átomos enriquecen las dos canciones disponibles ("Crystaline" y "Cosmogony", por las que hay que pagar 2 dólares).

Si la salida del disco In Rainbows de Radiohead (2007) representó el modo en que los artistas recuperaron el control del valor de la obra permitiendo que los usuarios le pusieran precio, este lanzamiento de Biofilia representa una apuesta por lograr que la tecnología nos lleve a territorios desconocidos...

EL LADO EXCÉNTRICO DE LA MÚSICA.

La islandesa comenzó su carrera a fines de los 80 como vocalista de The Sugarcubes y tuvo un traumático protagónico en Bailarina en la oscuridad , de Lars von Triers.

Biofilia será su séptimo disco de estudio y tiene prevista su salida el 23 de septiembre, aunque las aplicaciones para iPad (como las dos ya lanzadas, "Cosmogony" y "Crystalline") saldrán a la venta de manera independiente.

Ernesto Martelli
Universo/ reggae