La Musicoterapia, según estudios recientes, parece favorecer la relajación de la madre y el recién nacido durante las tomas.
No todos los bebés responden de igual manera a según qué tipo de música, pero con las condiciones ambientales y la música adecuados, los bebés y sus madres consiguen que la experiencia de la lactancia sea placentera y exitosa.
Amamantar es una arte que requiere práctica.
Muchas madres se encuentran con dificultades a la hora de dar el pecho por primera vez: el bebé no se agarra bien al pezón, la leche tarda en subir, se generan heridas dolorosas en los pezones…
Sin embargo, con un poco de constancia y las condiciones adecuadas, la experiencia de la lactancia acaba siendo muy positiva.
En este proceso de adaptación, en el que la madre y el bebé son inexpertos, la musicoterapia juega un papel esencial ayudando a ambos a relajarse y a encontrarse a gusto.En la Identidad Sonora (ISO) confluyen las vivencias sonoro-vibracionales del embarazo, parto y vida ulterior.
La Musicoterapia es el campo de la medicina que estudia el complejo sonido-ser humano. Utiliza para ello el movimiento, el sonido y la música con el objetivo de abrir canales de comunicación que producen efectos terapéuticos, psicoprofilácticos y de rehabilitación en uno mismo y en la sociedad.
Es sabido que la lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre.
Las iniciativas en defensa de esta práctica son múltiples pero quizás la más importante sea la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), que fue instaurada por la OMS/UNICEF en 1.992.
Se celebra en más de 120 países, del 1 al 7 de agosto, aunque en Europa, al ser agosto periodo típicamente vacacional, suele celebrarse de común acuerdo la semana 41 del año.
En un momento tan importante de la vida como es el embarazo, el parto y la crianza; la musicoterapia y, en general los métodos arteterapéuticos, que cultivan la escucha hacia sí, hacia la pareja y hacia el bebé juegan un papel muy significativo, tal como señala Helene Faber-Rod, psicóloga con formación en arteterapia.
“Estos métodos usados durante la preparación al parto también crean una buena preparación para la lactancia, donde la escucha hacia una misma y el bebé juega un papel tan importante”, explica Helene.
Estudios recientes, llevados a cabo en el Hospital Valle del Nalón (Asturias) por Salomé Suárez y Luz Mª Loredo, demuestran que la musicoterapia estimula la lactancia materna al favorecer la relajación de la madre y del bebé.
Estas investigadoras tuvieron en consideración la existencia una Identidad Sonora (ISO) que caracteriza e individualiza a cada ser humano.
En ella confluyen tanto las peculiaridades filo y ontogenéticas de cada individuo, como las vivencias sonoro-vibracionales del embarazo, parto y vida ulterior.
Buenos resultados en el 95% de casos
A falta de estudios caso-control que determinen la magnitud del efecto de la musicoterapia sobre la lactancia materna, las pruebas llevadas a cabo en 22 madres durante los primeros días de vida de los bebés son muy reveladoras.
Tras obtener su consentimiento, se administró una encuesta pre-intervención de respuesta abierta relacionada con los datos personales maternos y algunas características de su identidad sonora.
Después se elaboró una ficha para la observación de la respuesta a la música de la díada madre hijo durante la lactancia. Y, por último, se administró una nueva encuesta materna post-intervención relacionada con las características de la lactancia.Los sonidos de la naturaleza y la música ambiente funcionaron.
Mozart, sin embargo, hizo que dos bebés se excitaran en lugar de relajarse
Los resultados obtenidos, fueron, con respecto a la identidad sonora materna, que el 66% no recuerda la música que le cantaba su madre y el 97% escuchaba música antes y durante el embarazo.
Al 67% le gusta cantar pero sólo un 9% cantó al bebé durante el embarazo.
No todos los bebés responden de igual manera a según qué tipo de música, pero con las condiciones ambientales y la música adecuados, los bebés y sus madres consiguen que la experiencia de la lactancia sea placentera y exitosa.
Amamantar es una arte que requiere práctica.
Muchas madres se encuentran con dificultades a la hora de dar el pecho por primera vez: el bebé no se agarra bien al pezón, la leche tarda en subir, se generan heridas dolorosas en los pezones…
Sin embargo, con un poco de constancia y las condiciones adecuadas, la experiencia de la lactancia acaba siendo muy positiva.
En este proceso de adaptación, en el que la madre y el bebé son inexpertos, la musicoterapia juega un papel esencial ayudando a ambos a relajarse y a encontrarse a gusto.En la Identidad Sonora (ISO) confluyen las vivencias sonoro-vibracionales del embarazo, parto y vida ulterior.
La Musicoterapia es el campo de la medicina que estudia el complejo sonido-ser humano. Utiliza para ello el movimiento, el sonido y la música con el objetivo de abrir canales de comunicación que producen efectos terapéuticos, psicoprofilácticos y de rehabilitación en uno mismo y en la sociedad.
Es sabido que la lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto para el bebé como para la madre.
Las iniciativas en defensa de esta práctica son múltiples pero quizás la más importante sea la Semana Mundial de la Lactancia Materna (SMLM), que fue instaurada por la OMS/UNICEF en 1.992.
Se celebra en más de 120 países, del 1 al 7 de agosto, aunque en Europa, al ser agosto periodo típicamente vacacional, suele celebrarse de común acuerdo la semana 41 del año.
En un momento tan importante de la vida como es el embarazo, el parto y la crianza; la musicoterapia y, en general los métodos arteterapéuticos, que cultivan la escucha hacia sí, hacia la pareja y hacia el bebé juegan un papel muy significativo, tal como señala Helene Faber-Rod, psicóloga con formación en arteterapia.
“Estos métodos usados durante la preparación al parto también crean una buena preparación para la lactancia, donde la escucha hacia una misma y el bebé juega un papel tan importante”, explica Helene.
Estudios recientes, llevados a cabo en el Hospital Valle del Nalón (Asturias) por Salomé Suárez y Luz Mª Loredo, demuestran que la musicoterapia estimula la lactancia materna al favorecer la relajación de la madre y del bebé.
Estas investigadoras tuvieron en consideración la existencia una Identidad Sonora (ISO) que caracteriza e individualiza a cada ser humano.
En ella confluyen tanto las peculiaridades filo y ontogenéticas de cada individuo, como las vivencias sonoro-vibracionales del embarazo, parto y vida ulterior.
Buenos resultados en el 95% de casos
A falta de estudios caso-control que determinen la magnitud del efecto de la musicoterapia sobre la lactancia materna, las pruebas llevadas a cabo en 22 madres durante los primeros días de vida de los bebés son muy reveladoras.
Tras obtener su consentimiento, se administró una encuesta pre-intervención de respuesta abierta relacionada con los datos personales maternos y algunas características de su identidad sonora.
Después se elaboró una ficha para la observación de la respuesta a la música de la díada madre hijo durante la lactancia. Y, por último, se administró una nueva encuesta materna post-intervención relacionada con las características de la lactancia.Los sonidos de la naturaleza y la música ambiente funcionaron.
Mozart, sin embargo, hizo que dos bebés se excitaran en lugar de relajarse
Los resultados obtenidos, fueron, con respecto a la identidad sonora materna, que el 66% no recuerda la música que le cantaba su madre y el 97% escuchaba música antes y durante el embarazo.
Al 67% le gusta cantar pero sólo un 9% cantó al bebé durante el embarazo.
Un 95% establece una buena relación emocional durante las sesiones de musicoterapia.
Sólo en un 9% de los casos aparecieron signos indirectos de mala técnica de amamantamiento.
El 90% de las madres del grupo se decidieron por la lactancia materna.
Tal y como declaró Salomé a la prensa asturiana, “todas las mujeres que hicieron las tomas escuchando esta música tuvieron más facilidad para alimentar a sus hijos con leche materna.
Es un círculo que se cierra sobre sí mismo: la música adormece a los bebés, que dejan de llorar.
Eso relaja a las madres y elimina su ansiedad a la hora de dar el pecho; al estar menos tensas, su ritmo cardiaco disminuye y eso también tranquiliza a los bebés, que perciben los latidos del corazón de sus madres mientras están mamando”.
Por supuesto, la musicoterapia no es una ciencia exacta y hay que ir probando qué música es más adecuada para cada bebé.
De hecho, en este estudio resultó que, en general, funcionaban bien los sonidos de la naturaleza y la música ambiente.
Sólo en un 9% de los casos aparecieron signos indirectos de mala técnica de amamantamiento.
El 90% de las madres del grupo se decidieron por la lactancia materna.
Tal y como declaró Salomé a la prensa asturiana, “todas las mujeres que hicieron las tomas escuchando esta música tuvieron más facilidad para alimentar a sus hijos con leche materna.
Es un círculo que se cierra sobre sí mismo: la música adormece a los bebés, que dejan de llorar.
Eso relaja a las madres y elimina su ansiedad a la hora de dar el pecho; al estar menos tensas, su ritmo cardiaco disminuye y eso también tranquiliza a los bebés, que perciben los latidos del corazón de sus madres mientras están mamando”.
Por supuesto, la musicoterapia no es una ciencia exacta y hay que ir probando qué música es más adecuada para cada bebé.
De hecho, en este estudio resultó que, en general, funcionaban bien los sonidos de la naturaleza y la música ambiente.
En cualquier caso, las investigaciones concluyen que los nuevos sistemas sanitarios deberían incluir la musicoterapia como una terapia complementaria a los actos médicos, para favorecer la humanización y confortabilidad.
Es muy beneficioso, además, que estas actividades comiencen antes del nacimiento, con la preparación al parto y la implicación de ambos miembros de la pareja.
“La experiencia muestra que cuanto más participe el padre en la preparación al parto, más puede apoyar y dar sostén emocional a la mujer durante y después del mismo.
Y el sostén emocional de la pareja ayuda mucho a la mujer a vincularse con el bebe y también a desarrollar el arte de amamantar”, explica Helene.
Estimulacion adecuada/ onomatopeyas
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